PERIODISMO DECADENTE
Los poderes actuales se han mezclado peligrosamente a pesar de todo lo que nos digan los "manipuladores de turno".
Maquiavelo moderno ha hecho de las suyas y ha confundido todo en un "totum revolutum" que está afectando a los mismos pasticheros que han adobado todo el quilombo que estamos padeciendo.
El Ejecutico se inmiscuye en el legislativo y en el judicial de forma descarada aunque nos hagan creer que todo está perfecto y perfectamente nítido.
Los mismos que se reúnen después de un café o una comida para consensuar cuando llegan a manejar las cuotas se tiran los trastos, aunque después lleguen a los acuerdos másinfames.
Claro que no esperaban que también los descamisados querían pisar moqueta y tener imagen visual y participación en el reparto del "tesoro nacional".
Porque no nosengañemos , aquí de lo que se trata es de perpetuarse sin rascar bola el resto de la vida,no ir al mercado laboral que está mal visto y hacer negocios aunque sean turbios y poco claros.
Vamos , que hay que incrementar la casta parasitaria.
Y para éso se cuenta con la maquinaria de propaganda y nada mejor que acudir a un gremio en franca recesión y que se presta a ello con entusiasmo singular.
Ciertamente que hay periodistas encomiables por su lucha en el campo de la independencia profesional y por su pluma excelente , pero la mayoría se mueven entre la cabezada, el silencio y la condescendencia más vergonzante.
Eso sí , enseguida que se suscita una polémica aparece el clásico argumento de " es que como periodista..." y todo el mundo cabeza abajo, especialmente cuando hay un ataque a la profesión donde casi todos arriman el hombro y se dan por ofendidos.
Las tertulias son un claro ejemplo de degradación. En ellas se pueden recopilar un buen número de descalificaciones, de argumentaciones partidarias y de posicionamientos políticos de forma que no es difícil determinar la adscripción del tertuliano.
Los conductores de programas emblemáticos de las diferentes cadenas de TV se mueven y actúan en función de vientos raros provenientes de las ejecutivas de los partidos y del interés del momento. Éso sí que no mancillen su nombre o que afecte a la recaudación de publicidad porque entonces se desata la mundial.
El guirigay que ofrecen en dichos programas es lamentable además de dar voz a personajes de lo más pintoresco y descarado,que invita a practicar la desconexión.
Esta profesión periodística tiene que volver a sus esencias y demostrar que ellos pueden crear opinión pública sólamente a través de la seriedad, la solidez de sus argumentaciones y la valentía de sus investigaciones.
Lo que no puede ser es lamentarse de que no se venden periódicos y seguir realizando reportajes en los que se ve la mano extraña y teledirigida de quienes desean conducir a la sociedad a metas poco confesables, o dirigir programas de radio y tv en los que se proyectan modelos sociales poco acordes con la educación y la convivencia, o por la ausencia de inteligencia en la mayoría de las propuestas que se exponen y sí de la ambición crematística por asistir a programas de carnaza sentimental que todos conocemos y que da pavor que influyan a personas poco formadas o en vías de ello.
La prensa y la profesión se deben plantear seriamente estos temas y encauzar su actividad por caminos más constructivos y ahuyentar la manipulación y el control de los medios por aquellos que tienen afanes especulativos y corruptos.
Alberguemos por lo menos los utópicos esa esperanza.
Ulises