ASOMBRO ANTE EL SOCIALISMO
El candidato socialista habla al público con un descaro que es propio de un necio , de un insensato o de un desmemoriado.
Parece que a él y al presidente del Gobierno se les olvida que , una vez que se sientan en la poltrona, ya no existe el tan cacareado programa político y que las promesas son flor de un día, además de considerar de que el pueblo no les merece ninguna consideración ano ser para los fastos previos a las elecciones.
El señor Sánchez emplea los medios de comunicación para machacar al espectador una y otra vez con el soniquete de que ellos lo arreglan todo y que son el ungüento amarillo de todos los males que, por supuesto, ha introducido la derecha.
A este caballero andante de las televisiones en plan guaperas se le olvida de que el santo Zapatero, al que tanto menciona, fue el que no se enteró de la crisis, el que gastó sin fondo los dineros que hacían falta para que no hubiera tanto déficit, el que tuvo que decretar el estado de urgencia económico y dar marcha atrás porque si no España entraría en bancarrota y sería rescatada, el caballeto de la Alianza de Civilizacions que tantos millones malgastó, el que aliño el fracaso del estatuto catalán, la sonrisa egipcia de todos las pomadas y desalientos de los españoles, la antesala a la suspensión de la paga extraordinaria, la sentada ante la bandera norteamericana que tantos desencuentros nos trajo y un sinfin de hechos que caracterizan su mala gestión que ,como dicen ahora casi todos los mediáticos, " se le ponen a uno los pelos de punta".
Y este es el aspirante a la Moncloa que tiene nostalgias del pasado y que desea que el porvenir de los españoles pase por otro período de suspense.
Este caballero dice que si gana las elecciones al día siguiente se sentará a hablar con el señor Mas, quizás quiere rememorar el fracaso del tripartito catalán que abrió la puerta al separatismo catalán actual y a todos los despropósitos que presenciamos.
Esta bien que agite el patio socialista con el fin de que sus incondicionales no terminen dándole la espalda pero a los demás, señor Sánchez, déjenos un poco descansar de tanta socialdemocracia, laicismo y decisiones absurdas que han tomado, por cierto colaborando Vd. desde su escaño parlamentario.
Así que ahora no mire para otro lado porque todo ésto pertenece también a su mochila de caminante político como se suele decir ahora.
Ulises
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