EL DEBATE DE DOS
El debate que se ha terminado hace pocos momentos ha sido una muestra de que a los españoles los dos partidos mayoritarios siempre toman a los electores por menores de edad.
No han dado propuestas creíbles para el futuro de la ciudadanía y siempre por parte del socialista se conjugaba el tiempo vamos a...,vamos... y después sólo humo.
El socialista ha estado subido de tono y lleno de adolescencia con poco tino y respeto por el contrario. Sus signos de negación y señalar con el dedo al contrario, además de interrupciones constantes, sólo ha logrado confusión y nervisosismo. Como desesperado se ha despeñado por su ofensiva descerebrada.
Además ha demostrado tener un rostro impenetrable ya que ellos,los socialistas de Zapatero, al que tanto nombra el señor Sánchez, y él mismo siendo diputado, han sido los que no vieron la crisis y metieron a España en un déficit horrible al bor del rescate.
Su recurso a la corrupción es de una caradura importante porque él se mueve sobre una basura tan denuinciable como la de los peperos.
El pepero ha sido gallego y con ventaja y se ha alterado cuando el adolescente le ha insultado y descalificado defendiendo su honestidad, realizó propuestas y mostró más educación.
El debate no ha sido de altura por parte del socialista y dando razón a los que siempre les han acusado de una vieja política.
El aspirante a presidente se ha comportado como un verdadero provocador y que ha perdido las formas en todo momento y con mala educación.
El moderador ha sido un fracaso como siempre que ha permitido excesivas interrupciones y provocaciones del candidato.
Este candidato no es conveniente para ser un presidente de un país moderno.
Por éso los candidatos que no han asistido al debate son los que van a ganar más votantes y desde luego Ciudadanos va a recibier una gran cantidad de los indecisos, por éso siempre hemos mantenido que el 20 D puede haber un sorpresón importante y éso es lo que sería más deseable.
El fair play es muy interesante y el señor Sánchez ha demostrado que no sabe administrar sus nervios y tampoco entonar un mea culpa por el tremendo fracaso de las políticas socialistas anteriores.
Así que los partidos de siempre tendrán que recibir con deportividad los resultados del día 20 D.
En definitiva ha sido un debate de los peores , con un formato decepcionante, unas formas abominables, sin propuestas concretas para los problemas que tiene la nación y una agresividad que es el reflejo de lo que sucede en nuestra sociedad.
Los que han sido engañados con demasiada frecuencia no se han sorprendido demasiado y algunos seguramente será la última vez que voten si no cambia el rumbo de la política española en el futuro.
Ulises
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