Nuestros políticos se van de vacaciones. Se muestran sonrientes, hacen declaraciones, lucen pectorales, ejercicios al aire libre, se fotografían , sonríen, se tiran kos trastos a la cabeza, después se toman el café juntitos programando entre todos los de la secta el teatro operacionel del próximos curso.
Todo muy aparente y angelical como , seguramente, hayan decidido en la logia.
El pueblo ya se sabe, como en un "sálvame de luxe" gigantesco, o uno de esos espacios televisivos en que los protagonistas disfrutan de una "supervivencia isleña" donde enseñan sus desnudeces, encantos y groserías al por mayor, se enzarza en un ir y venir de coches, hacen declaraciones en las gasolineras ante los micrófonos de los aguerridos y expuestos entrevistadores sobre el tiempo, sus actividades de pincho y tortilla y sus ansias de dejar el trabajo que han recobrado hace unos días gracias a los "esfuerzos" de D. Rajoy y los suyos, más los eternos creadores de crisis que son los socialistas.
Señores, estamos donde estábamos hace poco tiempo disfrutando del repunte económico, con las mismas cuestiones pendientes y en un tiovivo que como comience a dar vueltas otras vez al estilo de los "`podemos griegos" nos vamos a daar un batazazo bestial.
Todo el mundo quiere echarle mano a la caja de los dineros. Quítate tú para ponerme yo y colocar a mis sobrinos está a la orden del día mas con poco estilo y una deficiente falta de conocimiento y categoría.
La política está llegando a tales nivekles de zafiedad y grosería que las pantallas de los televisores hay que limpiarlas a fondo todos los días.
La ingenuidad de unos, el descaro de otros y la impunidad de los más es tal que serían necesarios los trompeteros que derribaron las murallas de Jericó para quitar toda la chusma que invade nuestro solar patrio.
¿Se imaginan todos los hijos de una familia numerosa metiendo mano al baúl del dinero?
Ahora que estamos en un momento clave en que se necesita el voto de los ingenuos, en que se amenaza la posesión del chupa chups, se bajan impuestos y se quiere devolver algo del desplume que se le ha hecho al ciudadano ,que no a los que han robado la caja de todos.
Después de que el iluso ciudadano haya despositado su voto los irredentos cantamañanas partidarios darán la vuelta a la tortilla de su plan y programa para contar un cuento y dejar atrás su cumplimiento.
Creemos que esta situación no da más de sí y que España necesita una reforma a fondo de su sociedad que implique al ciudadano normal y para ello se debe comenzar por implantar una educación eficaz y sólida que dure , por lo menos, más de cuarenta años, y una reforma de todo el sistema administrativo y económico.
Por supuesto , los políticos poquito tiempo en el escaño,en el cargo político también y más eficacia en el control del dinero, del gasto y un ajuste de ese cáncer que son las autonomías y ayuntamientos .
Sería otra España a la cual aspiramos unos cuantos entre tanto verbenero y amigo de lo ajeno, de lo contrario la próxima crisis, que está próxima, nos pillará como siempre , en paños menores.
Aquiles
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